Tras su regreso, los y las migrantes suelen ser estigmatizados y vistos como fracasados, o incluso como delincuentes, sin importar si su retorno fue voluntario o forzado. Tienen dificultades para reintegrarse al mercado laboral local. Además, las competencias que adquirieron durante su estancia en el extranjero no son reconocidas. Al mismo tiempo, existe una escasez de mano de obra calificada en sectores económicos en crecimiento, como la construcción o el turismo. Las empresas locales se han dado cuenta de que pueden beneficiarse de las competencias de los migrantes que han vuelto.
La certificación de las competencias de los trabajadores con experiencia laboral práctica facilita su reintegración a la economía y al mismo tiempo satisface la demanda de mano de obra cualificada en sectores económicos nuevos y en crecimiento.
La falta de un sistema para la certificación de las competencias y cualificaciones que adquirieron en el extranjero es uno de los principales obstáculos que enfrentan los migrantes al volver. Por esa razón, el proyecto se centra en la certificación de la experiencia laboral, que a menudo consigue acelerar la ansiada incorporación al mercado laboral. Las empresas también resultan favorecidas y por ello apoyan el proyecto. Se benefician porque sus nuevos empleados poseen un profundo conocimiento de la economía norteamericana, lo que resulta muy útil para aumentar su competitividad. Además, la probabilidad de que los retornados intenten emigrar de nuevo se reduce fuertemente si logran encontrar un empleo o iniciar su propio negocio.
El estigma social hace especialmente vulnerables a los migrantes retornados. Por eso es tan importante fortalecer su capacidad de resiliencia y acompañar su proceso de reinserción. El objetivo es capacitarlos para que tomen por sí mismos las riendas de su reinserción económica y social y participen activamente en sus comunidades. Diversas iniciativas del proyecto apoyan y fortalecen sus competencias personales, por ejemplo, en el campo de la gestión y resolución de conflictos, e incluso en cuanto a su desempeño y confianza en sí mismos.
Swisscontact lleva mucho tiempo trabajado con el sector privado en Centroamérica con el objetivo de facilitar que las personas en situaciones de precariedad tengan acceso al mercado. Esto se hace, por un lado, promoviendo la formación técnica y profesional, y por otro, estableciendo alianzas con socios del sector público y privado. Los servicios abarcan una gran variedad de medidas de apoyo, que van desde ayudarles a encontrar empleo hasta brindarles acceso a capital inicial o a asesoramiento para establecer o ampliar modelos de negocio.
El proyecto Nuevas Oportunidades ha certificado hasta ahora a 471 personas retornadas en El Salvador y Guatemala. El 62% de los migrantes certificados lograron incorporarse al mercado laboral, y su ingreso mensual promedio se incrementó de 260 a 875 dólares estadounidenses. Además, el proyecto ha permitido la creación de 44 empresas que facturan una media mensual de 950 dólares estadounidenses, y se traducen en 144 nuevos empleos.