MUJERES EN ACCIÓN

Ecosistemas empresariales
05.03.2020
Volviendo al primer amor

“Trabajaba en un colegio privado en Tegucigalpa, se gana, pero el costo de vida es mayor; saqué cuentas que con el café me sobraba más dinero y con mi esposo regresamos al campo”. Katy Moncada, presidenta de la Empresa Asociativa Campesina “Mujeres en Acción”.

Licenciadas, auxiliares de enfermería, peritos y bachilleres son las profesiones de varias mujeres de la aldea Buena Vista del departamento de El Paraíso, en Honduras, quienes volvieron a su primer amor, la caficultura, una actividad que en este país representa un medio de vida de muchas mujeres rurales.

Hasta 2018, Honduras llevaba una tendencia al alza en su producción y exportación de café, sin embargo, los bajos precios internacionales de 2019 impactaron negativamente en los ingresos de los caficultores de El Paraíso, quienes representan el 15% de los caficultores nacionales y aportan el 13% de la producción de café.

Granos de café en el municipio de El Paraíso, Honduras. 

Diana Moncada forma parte de la Empresa Asociativa Campesina “Mujeres en Acción; quien junto a 15 mujeres y siete varones consolidaron un modelo de negocios para la comercialización colectiva.

“Debido a las dificultades económicas y después de la cosecha de 2017, tenía la idea de emigrar a otro país, pero como era la presidenta y entramos a trabajar con PROGRESA, sentí que era un compromiso y eso me detuvo”, cuenta Diana.

Enfrentarse al mercado ha sido un gran reto ya que no contaban con infraestructura de secado y según Katy Moncada, el mercado era otro problema: “Vendíamos al intermediario, al precio que él quería. Vimos que con sus básculas se llevaba ocho libras gratis de cada 100”. 

Pero además, la falta o exceso de lluvias, así como el aumento de temperaturas a causa del cambio climático era una amenaza para ellas. “Sin la poda y la fertilización aprendida con el proyecto PROGRESA la sequía nos hubiera bajado el rendimiento de 18 a 7 quintales por manzana (qq/Mz)”, expresa Diana. 

Berta Jarquín, otra de las socias de Mujeres en Acción alcanzó una productividad de 42 qq/Mz, por lo cual fue premiada como la mejor productora del departamento durante el Primer Encuentro de Mujeres y Jóvenes en Café. Ese rendimiento es un 68% más alto que el promedio nacional

El grupo de mujeres adquirió 10 secadoras solares en coinversion con el proyecto Progresa.

Alcanzar buena calidad de grano requirió una coinversión entre la empresa y PROGRESA. “En 10 secadoras solares aportamos un 40% y en dos años haremos una contribución para capitalizar la organización con 42 000 Lempiras”, explica la tesorera Ena Moncada, lo cual permite preparar microlotes de grano con fines de exportación.

“Antes, la empresa solo era de nombre, ahora negociamos con la exportadora a como esté el precio internacional porque a ellos les preocupa la calidad”, relata Katy; algo que fue creciendo gracias al apoyo del proyecto . En la actualidad la organización “Mujeres en Acción” es menos susceptible al cambio climático y a la intermediación local.

La organización también cuenta con una Escuela de Campo de Agricultores (ECA), la cual es asesorada por técnicos y paratécnicos del proyecto.

“El que no arriesga un huevo no tiene gallina”, Katy Moncada.

 

Para Katy, si no hay acción de sembrar, no hay producto que cosechar, volver al café fue gratificante. “El hecho que yo sea universitaria no me quita venir y ponerme un canasto porque eso es la raíz de mis orígenes”. Además, ellas encontraron otras oportunidades como la elaboración de abono orgánico Bokashi elaborado a partir de la pulpa de café, para generar ingresos adicionales.

Por muy dura que sea la labor, las socias de “Mujeres en Acción” hacen honor a su nombre. Este empeño está mejorando la calidad de su grano y abre más posibilidades de aumentar el volumen de grano vendido a exportadoras.

El proyecto Desarrollo competitivo, inclusivo y sostenible de las cadenas de café y cacao fino de aroma y marañón (PROGRESA) es financiado por la Unión Europea y ejecutado por Swisscontact en los departamentos de El Paraíso, Valle y Choluteca.

El objetivo del proyecto es contribuir a reducir la pobreza y la inseguridad alimentaria de pequeños y medianos productores y trabajadores agrícolas al mejorar la competitividad de las cadenas de café, cacao y marañón en los departamentos El Paraíso, Choluteca y Valle.