Mario desde muy joven empezó a trabajar en talleres de soldadura, emigró a Santa Cruz, Sucre y, por último, al departamento de Potosí en donde apertura su taller. Posteriormente, un amigo suyo, quien egresó de la carrera Mecánica Industrial, le animó a que estudiará esta carrera técnica como una interesante alternativa de profesionalización. Como muchos jóvenes que trabajan y estudian, tomó los horarios nocturnos que le favorecía para seguir trabajando y estudiando, situación que significaría un doble esfuerzo y motivación para seguir adelante.
¿Cómo fue su formación en período de pandemia?
Al iniciarse la gestión solo tuvo tres semanas de clases presenciales y un mes estuvo en incertidumbre total, nos cuenta. Indica que el profesor Guido Acha, favorablemente, tuvo la iniciativa de continuar con el avance de la materia de manera virtual y que, seguidamente, los demás docentes de la institución se sumaron a esta iniciativa, antes de que se diera la reglamentación del Ministerio de Educación.
“La carrera de Mecánica Industrial es práctica, con avance 70% practico y 30% en la parte teórica” nos indica Mario, situación en la cual el Instituto definió avanzar la teoría del quinto y sexto semestre de modo virtual, hasta que se permita la agrupación de personas para poder avanzar las materias prácticas en las instalaciones del Instituto Nuevo Amanecer
¿Cómo surgió su emprendimiento?
Mario pertenece, por sugerencia de un amigo, a la Asociación del rubro de metalmecánica, ASOMET de Potosí, espacio en el cual se le ideó investigar sobre las cámaras de desinfección en internet y como se impulsaban en otros países, una máquina automatizada que podría permitir reducir el riesgo de contagio del coronavirus instalandose en lugares públicos.
El joven cuenta que, en el período de la pandemia, construyó su primera cámara y, a las dos semanas, empezó a recibir más pedidos destinados a empresas e instituciones. Según Mario, el modo de publicidad utilizado fue el “de boca en boca” y sus propios clientes hablaron sobre la eficiencia y calidad de su trabajo
Al iniciar el emprendimiento, nos cuenta Mario, estuvo complicado puesto que los materiales habían subido de precio o muchos vendedores de materiales no estaban atendiendo, situación que lo puso a buscar nuevos contactos. “Aunque no gané lo que esperaba en la primera venta, debido al sobreprecio de los materiales, posteriormente encontré nuevos proveedores y, recién, la construcción y venta de las cámaras de desinfección tuvieron un mejor porcentaje de ganancia, ayudándome a sobrellevar la crisis que generó la pandemia”, explica.
¿Cómo le ayudó su formación en su emprendimiento?
“Prácticamente antes trabajaba empíricamente y me ha sido de mucha ayuda haber ingresado al Instituto porque aprendí técnicas de automatización, realización de instalaciones eléctricas, manejo de bombas de agua y otras piezas que son funcionales a las cabinas de desinfección”, explica contento el joven.
Reflexión de Mario
“Muchas personas dicen ¿Para qué estudiar?, yo ya sé que con mi taller me gano mi propia plata y uno se quiere quedar con eso. Sin embargo, cuando empecé a estudiar la carrera me di cuenta que es muy importante, me ha abierto varias puertas, he aprendido de máquinas de automatización y esta carrera (Mecánica Industrial) me ha abierto a un nuevo mundo, a un nuevo tipo de trabajo, ahora veo que entrar a la carrera no ha sido en vano”, destaca Mario Coa.
El señor Mario Coa es uno de los grandes ejemplos de bolivianos que se esfuerzan por continuar en medio de la crisis. Actualmente inicia un nuevo emprendimiento realizando máquinas para el sector minero y para los ámbitos de ingenios.
El Instituto mencionado en esta nota es parte del sistema público de formación, dependiente del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia y, actualmente, cuenta con el apoyo del proyecto Formación técnica profesional de la Cooperación Suiza en Bolivia, ejecutado por el consorcio Swisscontact-FAUTAPO.